miércoles, 19 de agosto de 2015

Un tercio de los estadounidenses presentan una peligrosa mezcla de factores de riesgo cardiacos

Más de una tercera parte de los adultos de EE. UU. tienen una combinación de problemas de salud que en conjunto se conocen como síndrome metabólico, y que aumentan el riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes, según una investigación reciente.

Y peor aún, los investigadores hallaron que la tasa de síndrome metabólico aumenta de forma dramática con la edad. Casi la mitad de las personas de a partir de los 60 años en Estados Unidos sufren del síndrome metabólico, encontró el estudio.

"Es preocupante, porque sabemos que la población de EE. UU. está envejeciendo", apuntó el autor principal, el Dr. Robert Wong, profesor clínico asistente de la Universidad de California, en San Francisco. "Creo que en potencia conllevará una enorme carga para nuestro sistema de atención de la salud".

El síndrome metabólico es una "tormenta perfecta" de afecciones que incluyen a la hipertensión, unos niveles anómalos de colesterol, niveles elevados de azúcar en sangre, y una cintura más ancha, comentó Wong.

Los expertos médicos utilizan el síndrome metabólico como un indicador clave del riesgo de salud cardiaca. "El síndrome metabólico es un análisis más completo, porque toma en cuenta muchos factores de riesgo", dijo Wong.

Para evaluar la tasa de síndrome metabólico del país, Wong y sus colaboradores usaron datos de salud sobre los estadounidenses reunidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. entre 2003 y 2012.

Los investigadores concluyeron que el 35 por ciento de todos los adultos de EE. UU. sufrían de síndrome metabólico en 2011-2012. Esa cifra representa un aumento ligero frente al 33 por ciento en 2003-2004, aseguraron los investigadores.

La obesidad se considera un factor importante en el síndrome metabólico, y la tasa general de ambas afecciones se reflejan mutuamente, lamentó Wong.

Pero los investigadores también encontraron que la edad tiene una fuerte influencia sobre el síndrome metabólico. Alrededor del 47 por ciento de las personas a partir de los 60 años presentan el síndrome metabólico. Solo alrededor del 18 por ciento de los adultos de 20 a 39 años sufren de la afección. Entre las personas a partir de los 60 años, más del 50 por ciento de las mujeres y de los hispanos tienen síndrome metabólico, según el estudio.

Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 19 de mayo de la revista Journal of the American Medical Association.

La edad afecta a muchos de los factores de riesgo que se combinan en la creación del síndrome metabólico, advirtió la Dra. Pamela Morris, presidenta del Comité de Prevención de las Enfermedades Cardiovasculares del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology).

Por ejemplo, la gente tiende a hacerse menos activa, a ganar peso y a tener una mayor resistencia a la insulina a medida que envejece, señaló Morris, que también es profesora asistente de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur.

El Dr. Mark Creager, presidente entrante de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), dijo que "es desconcertante que haya una prevalencia tan alta de síndrome metabólico, y es desconcertante que la prevalencia de síndrome metabólico aumente de forma tan dramática a medida que envejecemos".

Creager y Morris dijeron que se deben tomar medidas para fomentar la elección de un estilo de vida saludable entre las personas que tienen síndrome metabólico o están en riesgo de padecerlo.

Creager apuntó a unos mayores esfuerzos de la sociedad, que incluyen un acceso menor a las bebidas endulzadas con azúcar en las escuelas, un mejor acceso a alimentos saludables en las áreas urbanas, y la creación de lugares donde las personas puedan caminar con seguridad y hacer más ejercicio.

Morris comentó que sigue "luchando todavía por encontrar la panacea" que anime a sus propios pacientes a elegir unas mejores opciones, y que el mayor éxito que ha tenido ha sido al fomentar unos "pequeños pasos".

"Intento hacer compromisos y trabajar con ellos durante un tiempo, y una vez que los cambios iniciales que implementamos se hacen rutinarios, los acerco un poco más al lado más saludable de las cosas", dijo.

Algunos de esos pequeños pasos incluyen no beber bebidas con calorías (como los refrescos y los jugos de frutas), preparar comidas en casa, y caminar tan frecuentemente como puedan.

Además, cualquier esfuerzo de salud pública debe de tener en cuenta a la población hispana, que tiene la tasa más alta de síndrome metabólico de todos los grupos étnicos, anotó la Dra. Suzanne Steinbaum, cardióloga preventiva y directora de Salud Cardiaca de las Mujeres del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. El estudio encontró que alrededor del 39 por ciento de los hispanos sufren de síndrome metabólico.

"Los mensajes deben traducirse al español si es necesario, y enfocarse en esa población", enfatizó Steinbaum.

sábado, 8 de agosto de 2015

La diabetes no tiene cura

Eso sí que es cierto. Quienes padezcan la diabetes tipo 1 dependerán de por vida de las fuentes externas de insulina. Pero, aunque no hay medicamento ni operación alguna que pueda curar la enfermedad, aquellos que presenten la diabetes tipo 2 pueden superarla total o parcialmente al corregir los hábitos que propiciaron su aparición.

martes, 4 de agosto de 2015

Tener varias enfermedades crónicas podría conllevar una vida más corta



(HealthDay News) -- Si bien tener un problema importante de salud (como diabetes, enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular [ACV]) puede aumentar el riesgo de una muerte precoz, una investigación reciente advierte que el riesgo de morir de forma prematura aumenta significativamente si se padece de más de una de esas afecciones.


Los investigadores determinaron que alguien que sufre una de esas afecciones se enfrenta al doble de riesgo de muerte prematura, en comparación con las personas que no tienen esos problemas "cardiometabólicos". Pero se encontró que los que luchan con dos afecciones a la vez tienen el cuádruple de riesgo. Y tener las tres aumenta el riesgo de muerte prematura ocho veces, halló el estudio.


"Algo sorprendidos" es la forma en que el autor principal del estudio, el Dr. Emanuele Di Angelantonio, profesor universitario de pruebas médicas de detección en el departamento de salud pública y atención primaria de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, describió la reacción de su equipo ante los resultados.


Di Angelantonio explicó que las tres afecciones en realidad comparten muchos factores de riesgo, como la hipertensión, el colesterol alto, la hiperglucemia y la obesidad. Y dado que "las investigaciones anteriores se han enfocado sobre todo en individuos con solo una afección cardiometabólica", la magnitud asociada con el riesgo combinado no necesariamente era evidente.


Este es el primer estudio que ha podido cuantificar con precisión hasta qué grado es peor sufrir más de una de esas enfermedades, apuntó.


Di Angelantonio y sus colaboradores reportaron sus hallazgos en la edición del 7 de julio de la revista Journal of the American Medical Association.


Los autores del estudio apuntaron que unos 10 millones de hombres y mujeres tienen alguna combinación de antecedentes de diabetes, enfermedad cardiaca y ACV en EE. UU. y Europa. Anotaron que estimados recientes sugieren que alrededor del 3 por ciento del público estadounidense tiene ese perfil de riesgo múltiple.


Para explorar cómo esa condición afecta a las tasas de mortalidad, los investigadores revisaron información sobre casi 1.2 millones de personas de ambos sexos de varios países distintos.


El equipo de investigación concluyó que los años de vida perdidos asociados con dos o tres de las enfermedades que eran su objetivo terminaban siendo incluso más que los años perdidos en esperanza de vida entre los fumadores de por vida y los pacientes de VIH.


Se ha encontrado que los fumadores y las personas con VIH pierden de 10 a 11 años de esperanza de vida, dijeron los autores del estudio. En comparación, tener dos afecciones de riesgo cardiometabólico a los 60 años se vinculó con un descenso de 12 años en la esperanza de vida, mientras que tener tres afecciones se asoció con una reducción de 15 años, apuntaron los investigadores. Y esas cifras podrían ser incluso más altas entre los pacientes cuyas enfermedades aparecen por primera vez antes de los 40 años de edad, añadieron.


Estos hallazgos son útiles sobre todo para los profesionales clínicos y los legisladores, anotó Di Angelantonio. Los resultados del estudio "enfatizan, por ejemplo, la importancia de las medidas para prevenir la enfermedad cardiovascular en personas que ya sufren de diabetes y, a la inversa, de evitar la diabetes en personas que ya sufren de enfermedad cardiovascular", señaló.


"Al mismo tiempo, no debemos perder de vista el afrontar esas graves afecciones [una por una] en la población general", añadió Di Angelantonio.


En un comentario sobre el estudio, el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, dijo que "estudios anteriores han demostrado que mientras más afecciones comórbidas hay, mayor es el riesgo de mortalidad". Y en algunos casos "ese aumento en el riesgo es, más que aditivo, sinérgico", añadió.


"Sufrir de múltiples enfermedades de forma simultánea puede complicar el diagnóstico preciso, la evaluación y el tratamiento de formas que aumentan el riesgo de mortalidad", aseguró Fonarow.


"Mantener la salud y evitar las afecciones crónicas debe ser una meta de por vida. Ser físicamente activo, no fumar y mantener unos niveles saludables de peso corporal, presión arterial y colesterol puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular, ACV y cáncer", señaló Fonarow.


Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor 

FUENTES: Emanuele Di Angelantonio, M.D., university lecturer in medical screening, department of public health and primary care, University of Cambridge, Cambridge, England; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; July 7, 2015, Journal of the American Medical Association

lunes, 3 de agosto de 2015

Los diabéticos deben inyectarse insulina a diario

Aquellos afligidos por la diabetes tipo 1 deben compensar a diario el hecho de que sus cuerpos no producen insulina, pero muchos de los que presentan la diabetes tipo 2 apenas empiezan a inyectarse insulina años después del diagnóstico, cuando el páncreas se agota y deja de producir por completo esa hormona.

La diabetes es una enfermedad de ancianos



También eso es falso. Puede que ésta se presente con mayor regularidad entre los ancianos que entre los jóvenes, pero, en realidad, afecta a personas de todas las edades. Más de 30.000 personas menores de 19 años presentan la diabetes tipo 1 y quienes padecen la diabetes tipo 2 son cada vez más jóvenes.