miércoles, 28 de octubre de 2015

La diabetes también nota la crisis

Tiras reactivas, plumas de insulina, medidores de glucosa y agujas. Estas son las herramientas básicas de las que debe disponer una persona diabética. Comenzaron con las tiras y ahora son las agujas. Cada día una persona diabética se inyecta como mínimo tres veces.
El resultado de esto, tal y como está la situación, es el siguiente: moratones, escozor y pequeños bultos en la zona de inyección, o sea, hipertrofia muscular. Cada día somos más personas diabéticas las que denunciamos la escasez de las agujas y, además, su baja calidad. La parte graciosa del asunto es la importancia que se atribuye a este hecho.
La insulina es un tratamiento indispensable para las personas que somos diabéticas, el simple hecho de tener que inyectarte, sentir el picor de la sustancia, sangrar y al momento sentir un bulto en tu muslo, pues no es una experiencia muy agradable. Somos 300 millones de personas las que padecemos esto.— Laura Calás Puertas.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Orinar la glucosa para combatir la diabetes

Todo es poco para combatir una de las plagas sanitarias del Siglo XXI: la diabetes tipo II, la que aparece con el deterioro de la función del páncreas como generador de insulina. A las siete familias de fármacos ya existentes se ha unido en el último medio año una nueva: la de los inhibidores del transportador sodio-glucosa (llamados genéricamente gliflozinas). Se trata de un nuevo abordaje: el medicamento bloquea el proceso por el que la glucosa supera el filtrado de la sangre en el riñón. Para hacerlo -y seguir en el torrente sanguíneo- necesita del transportador. Al inhibirse este, no consigue superar el filtro y acaba expulsada con la orina. Es como si en un colador hubiera unos agujeros específicos para la glucosa y el sodio. El fármaco los tapona, con lo que las sustancias no siguen en el circuito. De esta manera, baja el nivel de azúcar de la persona por un mecanismo nuevo. Además, en el proceso también se pierde sodio, por lo que baja la tensión arterial, y, como consecuencia de la salida del azúcar, se baja peso, han explicado esta mañana en Madrid Javier Salvador, especialista en Endocrinología de la Clínica Universidad de Navarra; su colega del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Susana Monereo, y el farmacólogo Antonio Fernández, de Janssen, el laboratorio que fabrica una de estas moléculas. 
La diabetes afecta al 13,8% de la población española, expuso Salvador, y "en 10 años los casos casi se han doblado". "Es una enfermedad metabólica, crónica, controlable, en la que es clave combatir la obesidad, pero no es curable", añadió. "Además de muy prevalente, es progresiva", añadió Monereo. Esta última cualidad es la que hace necesarios estos nuevos fármacos, añadió la endocrinóloga. "El tratamiento dura muchos años, y es muy importante disponer de un medicamento que mantenga su efecto con el tiempo y sea poco tóxico", dijo la doctora. La gliflozina, al retirar la glucosa de la sangre, evita su efecto tóxico sobre el endotelio de los vasos, con lo que se reduce el daño que lleva a amputaciones o pérdida de visión.
Las gliflozinas ofrecen un perfil muy interesante en este aspecto -"Tengo una gran expectativa", dijo Monereo-. Actualmente ya están aprobados en España la empagliflozina de la Alianza Boehringer Lilly para la diabetes y la dapagliflozina de Bristol-Myers Squibb y AstraZeneca. El lunes se ha presentado la canagliflozina de Janssen, un medicamento que da una vuelta de tuerca más ya que actúa contra dos transportadores de glucosa en vez de contra solo uno, dijo Fernández, lo que aumenta su eficacia.
Referido a esta última que, a líneas generales, tiene muchas características comunes con las otras, Monereo resume así sus propiedades: "Baja la glucosa, no pierde eficacia con el tiempo; no produce hipoglucemia; como elimina sodio, baja la tensión; al perder azúcar por la orina y ayuda a controlar el peso (hasta cuatro kilogramos se pierden)". La nutricionista alaba mucho estos últimos aspectos. "Casi todos los fármacos contra la diabetes aumentan de peso y suben la tensión", dice. En este caso, "a los cuatro kilos que se pierden hay que sumar los cuatro que no se ganan". 
El laboratorio probó el medicamento en más de 10.500 personas, con un seguimiento de hasta seis años y comparándolo con los fármacos ya existentes solo y "en todas las combinaciones posibles", dijo el representante de Janssen. "Se puede mezclar con todos", señaló.
Para Monereo, se trata de un producto "genial para empezar el tratamiento", ya que consiste en una pastilla diaria. El problema, rebatió Salvador, es que la diabetes "tarde de siete a siete años y medio en ser diagnosticada". "Es una enfermedad silente", explicó. Pillándola a tiempo se controla mucho mejor, pero como no da síntomas, eso pasa poco. Por eso el médico afirma que todos los mayores de 45 años deben mirarse la glucosa una vez al menos cada tres años, y , más aún, si tiene factores de riesgo (antecedentes, obesidad, hipertensión).
En casos de personas con enfermedad más avanzada, también puede ayudar, por ejemplo, retirando glucosa, lo que evita que haya que aumentar la dosis de insulina, afirmaron los médicos.

lunes, 12 de octubre de 2015

La diabetes es la primera causa adquirida de discapacidad en España

La diabetes es la enfermedad que más secuelas, medidas como años vividos con discapacidad (YLD en inglés), deja en España. Un estudio de la Universidad de Washington publicado en The Lancet ha medido el impacto de las enfermedades que no son mortales pero que tienen importantes repercusiones en la población. Con el aumento de la longevidad media y una disminución de las tasas de mortalidad, el peso de estas complicaciones va en aumento, advierten los autores. El trabajo se ha hecho con datos de 301 enfermedades o complicaciones de 188 países.

El trabajo recoge que la lista de las enfermedades o dolencias con una discapacidad más duradera, medida en años vividos con discapacidad, se mantiene prácticamente estable desde 1990, pero con un alcance mucho mayor. En España, detrás de la diabetes están en la lista el dolor lumbar de espalda, el de cuello, la depresión, las caídas, las pérdidas de audición relacionadas con la edad y otras causas, la migraña, problemas musculoesqueléticos, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y los trastornos de ansiedad. Por sexos hay pocas diferencias. En mujeres la lista de las 10 más frecuentes es la misma, aunque con algunos cambios de orden. En hombres, entran la anemia ferropénica y el abuso de opioides en lugar de la ansiedad y los problemas musculoesqueléticos.

"La salud de los españoles está cada vez más amenazada por dolencias no mortales como el dolor de espalda y el de cuello, caídas y problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad", ha dicho Ferrán Catalá López, coautor del trabajo. "Al mismo tiempo, enfermedades como la diabetes están costando a los españoles muchos años de vida saludable. Es fundamental que sepamos que enfermedades y lesiones están causando discapacidad para que podamos distribuir los recursos de manera eficiente", ha añadido.

Comparada con la lista mundial, la española arroja pocas diferencias. Hay cambios de orden (la diabetes pasa del primer puesto en España al sexto globalmente), y una sustitución: salen las caídas y entra la anemia ferropénica. Tampoco hay mucha variación entre hombres y mujeres, salvo que ellos cuentan con la esquizofrenia como una de las primeras 10 causas de años vividos con discapacidad.