domingo, 18 de enero de 2009

Insulina

Como la gente con diabetes del tipo I no produce la insulina necesaria para vivir, ha de inyectarse insulina a diario. La insulina no se puede tomar en forma de píldoras. Algunas personas con diabetes del tipo II, que producen insulina, pero no pueden aprovecharla, sí que toman suplementos de insulina como apoyo a su tratamiento.

El propósito de la insulina es mantener el nivel de azúcar sanguíneo lo más similar al normal a lo largo del día. Por lo tanto la frecuencia y la cantidad de insulina necesaria depende de cada individuo. Algunos factores que influyen en la cantidad y la frecuencia de las tomas de insulina son el peso y la constitución de la persona, su nivel de actividad física, la cantidad de comida que consume, otros medicamentos que pueda tomar, su estado de salud y ánimo general. La mayoría de gente necesita un mínimo de dos inyecciones diarias de insulina, y algunos necesitan más de un tipo de insulina.

Cuando una persona empieza a tomar insulina se le irán ajustando los horarios y las cantidades que debe tomar hasta conseguir un control del nivel de azúcar óptimo. Es importante pues, que inicialmente guarde un trato continuo con su médico para establecer sus necesidades.

Tipos de insulina
Los efectos de los diferentes tipos de insulina tienen duraciones diferentes. Varían en cuanto al comienzo del efecto y la duración del efecto mismo. Como no todas las personas reaccionan de la misma forma a los diferentes tipos de insulina, es preciso que colaboren con su médico en la determinación del tipo o los tipos de insulina que más les convengan.

Insulina de acción ultracorta: HUMALOG
Insulina de acción corta: insulinas Regular (R) y Semilenta (r) (S). Estos preparados dejan de surtir efecto de forma más rápida que otros tipos de insulina.
Insulina de acción intermedia: NPH (N) y Lenta (r) (L). Estas insulinas tardan más en empezar a funcionar, y funcionan durante un tiempo más largo que las insulinas de acción corta.
Insulina de acción larga: Ultralenta (r) (U). Esta insulina empieza a actuar lentamente y dura más que las otras.
Combinados de insulinas: la insulina 70/30 contiene un 70 % de NPH y un 30 % de insulina Regular. La insulina Regular empezará a surtir efecto rápidamente, y la NPH seguirá cuando la Regular deje de surtir efecto. La insulina 50/50 se compone de partes iguales de estos dos preparados.
Las insulinas también difieren en cuanto a sus orígenes. La insulina humana se consigue a partir de la tecnología de DNA o por procesos químicos especiales. También hay insulina procedente de vacas y de cerdos. La fuente de un tipo de insulina es conocida como su especie.

Adquisición y compra de insulina
Todos los frascos de insulina vendidos en los EE.UU tienen tapas naranjas, y dicen "U-100", que se refiere a su concentración. Contienen 10 mililitros de líquido con 100 unidades de insulina en cada mililitro. El total es de 1000 unidades de insulina por frasco. (Hay frascos de U-40 a la venta en otros países, y se puede conseguir insulina U-500 con receta médica.)

Cada caja de insulina lleva impresa una fecha de caducidad. Asegúrese de comprobar no sólo esta fecha, sino también la especie, marca, tipo y concentración de la insulina para asegurarse de que le han vendido lo que le recetó su médico. Y asegúrese de que podrá usar la totalidad de la insulina que compra. Usar el tipo de insulina equivocado, o insulina caducada puede afecta el control de su diabetes.

Las jeringuillas que utiliza para sus inyecciones de insulina deben de corresponderse al tipo de insulina. Si usa insulina U-100, debe utilizar jeringuillas con tapas naranjas que vienen en cajas marcadas U-100. Compre jeringuillas que den cabida a la dosis completa de insulina.

La insulina Regular debe ser transparente e incolora, sin colores, y sin partículas sólidas ni dibujos de aguas. Todos los demás tipos de insulina deben tener un aspecto regularmente nublados después de agitarse, como la leche desnatada. No debe haber insulina en el fondo del frasco, ni partículas apelmazadas en el fondo del frasco, ni flotando en el líquido dándole un aspecto de rociado.

Mírese la insulina detenidamente antes de usarla. Si su aspecto no es correcto, probablemente no funcionará bien.

Guarde el frasco de insulina que esté gastando, así como otros frascos, en la nevera. No permita que se congele la insulina. Tampoco debe agitarse de forma violenta.

Si la insulina no se refrigera, al menos debe guardarse en temperaturas lo más frescas posible (por debajo de los 86 grados F), en lugares oscuros. No debe dejarse por ejemplo en el interior de un coche aparcado. Cuando viaje en avión llévese la insulina y las jeringuillas en el equipaje de mano, dentro de la cabina, para que no se puedan perder. (En el portaequipajes del avión se podría congelar y perder eficacia).

Lugares de inyección de la insulina
La insulina se puede inyectar en toda una serie de lugares de su cuerpo, incluidos los muslos, las partes superiores de los brazos, glúteos y la región abdominal. En cualquiera de estas áreas hay muchos sitios en los que puede inyectar.

La insulina pasará a la sangre con más o menos rapidez dependiendo del lugar de inyección. Hable con su médico para que le informe sobre los diferentes lugares, y lo que hay que tener en cuenta en cada uno.

Preparar e inyectar la insulina
Siempre comience la preparación lavándose las manos. Para preparar una dosis única de insulina, mezcle la insulina suavemente frotando el frasco entre las palmas de las manos, girándolo de extremo a extremo unas cuantas veces o agitándolo levemente. Si está estrenando un frasco, retire la tapa plana de color, pero no el tope de goma ni el aro metálico que hay debajo de la tapa.

Limpie el tope de goma que hay en el agujero del frasco con un algodón impregnado de alcohol. Entonces retire la cubierta de la aguja y retire el émbolo hasta la línea que indique su dosis de aire que debe insertar. Con el frasco de insulina en posición vertical, inserte la aguja a través del tope de goma hasta que su punta se sumerge en la insulina. Entonces apriete el émbolo para añadir aire al frasco de insulina.

Invierta el frasco con la jeringuilla de forma que el frasco esté boca abajo. Aguante el frasco con una mano mientras tira del émbolo con la otra para llenar la jeringuilla de insulina hasta la marca que indica sus dosis.

Compruebe que no hayan burbujas de aire en. Si hay burbujas de aire, utilice el émbolo para devolver el contenido de la jeringuilla al frasco, vuelva a llenar la jeringuilla lentamente, y repita la operación hasta que no hayan burbujas. Compruebe finalmente que la dosis es correcta, y retire la jeringuilla del tope de goma. Si necesita dejar la jeringuilla un momento antes de usarla, tápela para protegerla. Si la insulina está muy fría puede calentarla frotando la jeringuilla suavemente entre las manos.

Preparar su propia mezcla de insulinas requiere instrucciones especiales que su médico le dará si es necesario.

Ahora ya está listo para elegir el lugar de inyección y limpiarlo con un algodón impregnado de alcohol. Pellizque un área grande de piel e inserte la aguja asegurándose de que la aguja está totalmente insertada antes de empujar el émbolo. Esto hará que la insulina penetre en su cuerpo.

Retire la aguja acto después, y no frote el lugar de la inyección.

Tire las agujas y jeringuillas en un lugar seguro. Su médico o farmacéutico le pueden sugerir formas de deshacerse de ellas que respeten al medio ambiente.

Reacciones alérgicas
Todas las insulinas contienen ingredientes adicionales que previenen su deterioro, y evitan la formación de bacterias, y en algunas insulinas, agentes que prolongan los efectos. A veces la gente puede desarrollar reacciones alérgicas a estos ingredientes.

Si experimenta hundiciones, irritaciones o inflamaciones, o bultitos en los lugares de inyección coménteselo a su médico.

Recuerde, pregunte por cualquier tema que no le haya quedado claro, tome notas si es necesario, y nunca modifique su dosis de insulina sin consultarlo previamente con su médico.

Diabetes y la menopausia

La menopausia es un proceso que ocurre a lo largo de un periodo de 10 años. Comienza cuando el cuerpo de una mujer empieza a reducir la producción de estrógenos y progesterona, las hormonas responsables para la ovulación y del mantenimiento del embarazo. Las ovulaciones y los periodos menstruales se vuelven irregulares, y finalmente cesan. El promedio de edad cuando las mujeres tienen su última regla es a los 51 años, aunque el proceso puede comenzar en cualquier momento entre los cuarenta años, y finales de los cincuenta.

Las fluctuaciones hormonales que caracterizan la menopausia pueden deshacer el control sobre la glucosa que tanto ha costado de obtener. Al haber menos progesterona, la sensibilidad hacia la insulina puede aumentar, pero al haber también menos estrógenos, aumenta también la resistencia a la insulina. La cesión de estas hormonas además puede aportar otros cambios que pueden empeorar las complicaciones de la diabetes. Por ejemplo los niveles reducidos de estrógenos incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que de entrada es mayor para personas con diabetes, y la osteoporosis.

A estos problemas se les añade el hecho de que muchas mujeres engordan y reducen se sienten menos activas durante este tiempo, lo cual repercute en dificultades de control de glucosa añadidas.

Por lo tanto es de vital importancia planificar una dieta alimenticia baja en grasas, con suplementos de calcio si es necesario, y mantener, incluso aumentar el nivel de actividad. Estas medidas ayudarán a reducir su riesgo de enfermedades cardiovasculares porque mantendrán un nivel de colesterol bajo, y le protegerán contra la debilidad ósea de la osteoporosis.



Terapia de sustitución de hormonas
Las mujeres también deberían discutir con su médico si la terapia de sustitución de hormonas les puede convenir para reducir los síntomas de la menopausia. A parte de reducir síntomas (como escalofríos de calor), podría reducir los riesgos de enfermedades cardíacas, infartos, osteoporosis y vaginitis.

En el pasado se les recetaban estrógenos puros a las mujeres menopáusicas, pero resultó incrementar el riesgo de cáncer uterino. No obstante, actualmente a mujeres que todavía tienen su útero se les da un tipo de progesterona junto con los estrógenos para evitar esta complicación. Algunos estudios han demostrado que la terapia de sustitución de hormonas puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, aunque el riesgo de morir de trastornos cardíacos para mujeres post-menopáusicas es mucho mayor al riesgo de contraer cáncer de mama por la ingestión de hormonas. Aún así muchos médicos son reticentes a recetar hormonas a pacientes que de entrada tienen un riesgo elevado de contraer cáncer de mama.

A las mujeres diabéticas les afecta la consideración adicional de la necesidad de controlar los posibles efectos de los niveles de hormonas sobre los niveles de glucosa.

Si someterse a una terapia de sustitución de hormonas o no es una decisión personal que debe tomar una vez haya obtenido toda la información de su médico.

Infecciones vaginales
Después de la menopausia el riesgo de infecciones de la flora vaginal (vaginitis) de las mujeres diabéticas aumenta. Al bajar los niveles de estrógenos, los hongos y las bacterias vaginales tienen mayor facilidad de propagarse, sobre todo si os niveles de glucosa son demasiado altos frecuentemente. (Es porque estos hongos viven en lugares húmedos y cálidos, con una fuente de alimentación - glucosa). Estos son unos consejos para evitar las infecciones de hongos después de la menopausia:

Procure mantener su glucosa sanguínea bajo control.
Lávese con frecuencia para mantener el riesgo de infección bajo.
Si se ve particularmente afectada por infecciones vaginales, pruebe comer yogur con culturas activas a diario. Existe alguna evidencia de que las bacterias del yogur ayudan a prevenir la propagación de los hongos en el tracto digestivo y la vaginitis.

Diabetes y rendimiento sexual

La diabetes pude cambiar todos los aspectos de su vida, incluida su vida sexual. Aunque discutir este aspecto pueda resultar embarazoso para algunas personas, el sexo en una parte natural de la vida, y su médico le puede ofrecer información que le puede ayudar a mantener una vida sexual satisfactoria.

Actividad sexual y diabetes
La gente que toma insulina necesita considerar y planificar los efectos de la actividad sexual sobre su condición general, especialmente en el bajón de azúcar que se puede producir después del sexo. Les aconsejamos las siguientes medidas para prevenir esta reacción.

Compruebe su nivel de azúcar antes de iniciar el sexo. Por muy fastidioso que pueda parecer, es preferible a tener que tratar un bajón de azúcar después.
Coma algo justo antes o inmediatamente después del sexo activo, de la misma forma que lo hace con el ejercicio físico.
Considere tomar un tentempié antes de acostarse
Aquellos que utilicen una bomba de insulina posiblemente querrán desconectarla durante el acto sexual para evitar una reacción al bajón de azúcar. La duración del tiempo que la bomba puede estar desconectada sin inyecciones dependerá de su nivel de actividad durante el tiempo de desconexión.
Asuntos sexuales generales
Recuerde que mucha gente, tanto hombres como mujeres, experimentan problemas sexuales de vez en cuando, tengan diabetes o no. Aunque frecuentemente la gente es reticente a discutir estos problemas con profesionales médicos, puede estar seguro de que su médico está acostumbrado a escuchar los problemas sexuales de la gente. Una vez haya dado el paso de revelar sus problemas, su médico en muchos casos podrá ofrecerle consejos o tratamientos para resolverlos.

Muchos problemas sexuales tienen causas físicas, algunos pueden estar relacionados con la medicación utilizada para tratar esos problemas, y a veces los problemas sexuales tienen causas psicológicas. Es importante compartir las preocupaciones que pueda tener en asuntos sexuales con su médico, o con alguna otra persona de su equipo médico, para que se pueden determinar las causas y tratar los problemas.

Preocupaciones femeninas
En mujeres el control de diabetes puede ser afectado por el CYCLO MENSTRUAL y la toma de ANTICONCEPTIVOS. Todas las decisiones al respecto deben considerar la diabetes, y se deben considerar condiciones relacionadas al EMBARAZO y la MENOPAUSIA.

Cuando los niveles de glucosa permanecen altos a lo largo de periodos extendidos, los nervios o la circulación de la sangre a los órganos sexuales pueden quedar afectados, lo cual puede interferir con su función sexual. Su especialista médico le puede sugerir algunas técnicas para evitar estos problemas.

Algunas mujeres diabéticas sufren un control de la vejiga deficiente, o de una vejiga neurogénica. Para prevenir problemas de esta condición es aconsejable que estas personas vacíen la vejiga antes y después del sexo. (Esto también ayudará a prevenir infecciones de la vejiga.)

Preocupaciones masculinas
La mayor preocupación de los hombres diabéticos es la IMPOTENCIA, o el manejo de los niveles de ansiedad relacionados a esta posibilidad.

Control de diabetes y el ciclo mensual femenino

Las mujeres con diabetes del tipo I tienen dificultades más frecuentes a la hora de controlar la glucosa sanguínea durante la semana anterior al periodo, dado que los niveles de glucosa pueden ser o bien superiores o bien inferiores a lo normal. Este problema parece prevalecer entre aquellas mujeres que sufran el síndrome premenstrual (PMS).

Los culpables de esto son las hormonas femeninas estrógenos y progesterona, aunque no se entienden muy bien sus efectos.

Durante la primera mitad de cada ciclo, los niveles de estas hormonas son relativamente bajos. Durante la segunda parte del ciclo, después de la ovulación, los niveles de estrógeno y progesterona aumentan y provocan un acolchamiento de las paredes del útero en preparación de la alimentación de un óvulo fertilizado. Si no hay fertilización, el ovario cesa de producir estos dos tipos de hormonas, y su repentina pérdida provoca el desprendimiento de este acolchado del útero. Este desprendimiento se conoce como menstruación.

Algunos investigadores creen que en algunas mujeres los niveles altos de progesterona causan una resistencia temporal a la insulina. En estos casos la insulina estaría parcialmente incapacitada para ligarse a proteínas receptoras en la superficie de las células, mientras que en otras mujeres, los niveles altos de estrógeno incrementan la sensibilidad hacia la insulina causando niveles de glucosa inferiores al normal. Otros investigadores creen que las razones de los trastornos de los niveles de glucosa son la retención de agua, la hinchazón, la irritabilidad, depresiones y ansias de comer carbohidratos y grasas, típicos del síndrome premenstrual (PMS).

Para conocer los efectos de los ciclos mensuales sobre su control de la glucosa en la sangre, compruebe diariamente su nivel de glucosa, e indique los niveles de los últimos tres meses en un gráfico. En este gráfico marque los primeros días de cada periodo en cada uno de los meses. Entonces compruebe si puede observar alguna regularidad, como por ejemplo niveles de glucosa que sean consistentemente más altos o más bajos de lo habitual durante los días anteriores o posteriores a la menstruación. (Si no tiene el hábito de apuntar y guardar una relación de sus niveles de glucosa - ¡ahora es un buen momento!)

Existen algunas medidas para aliviar la pérdida de control del nivel de glucosa relacionado con los ciclos mensuales.

Si sospecha que sus niveles de glucosa pueden estar afectados por el PMS, intente como primer paso aliviar su PMS: mantenga un horario de comidas lo más regular posible, limite su consumo de sal (la sal contribuye a la hinchazón general), y reduzca el consumo de alcohol, chocolate y cafeína, que pueden afectar su nivel de glucosa y su estado de ánimo. Y mantenga su programa de ejercicio físico para reducir los cambios de ánimo y el aumento de peso.

Incluso después de tomar estas medidas contra el PMS, puede ser necesario hacer algunos cambios en sus hábitos alimenticios, el ejercicio y la medicación durante los días previos a la menstruación para conseguir un buen control de la glucosa. Lo mejor es introducir estos cambios uno por uno, para poder observar mejor el efecto de cada una por separado.

Si sus niveles de glucosa tienden a subir antes de la menstruación, amplíe su programa diario de ejercicio físico, evite comer más carbohidratos, y hable con su médico sobre incrementos graduales temporales de su dosis de insulina. (Necesitará trabajar conjuntamente con su médico para ajustar las dosis indicadas para usted).

Si sus niveles de glucosa tienden a ser demasiado bajos antes de la menstruación, puede intentar de reducir su programa de ejercicio durante estos días, y aumentar los carbohidratos en su dieta (con alimentos sanos, no con comida basura). También puede comentar la posibilidad de reducir su dosis de glucosa gradualmente durante estos días con su médico.

Preocupaciones sexuales de hombres diabéticos

La impotencia frecuentemente es tema de chistes, pero a la medida que los hombres envejecen (y para mucho hombres diabéticos) la impotencia no hace ninguna gracia. Es un problema que principalmente aflige a hombres de cincuenta años en adelante, y los hombres dabéticos tienen un riesgo mayor. De hecho, el 50 o 60 por ciento de hombres diabéticos mayores de cincuenta años padecen algún grado de impotencia. (Impotencia es la incapacidad frecuente, no ocasional, de conseguir o mantener la erección).

La impotencia puede tener causas psicológicas y fisiológicas. La impotencia de base psícica suele empezar de forma repentina, mientras que la impotencia con base fisiológica empieza de forma gradual, con un pene menos erecto y erecciones menos frecuentes, y se va haciendo peor hasta que el hombre es capaz de mantener una erección. En los hombres diabéticos las cuasas suelen estar relacionadas con problemas de nervios y vasos sanguíneos. Por ejemplo, si los defectos de los vasos sanguíneos impiden que la sangre fluya al pene, no podrá causar una erección, o si los nervios fallan al signalizar el pene, el resultado puede ser que no haya erección.

La mejor manera de evitar la impotencia fisiológica para un hombre diabético es mantener un buen control de los niveles de glucosa sanguíneos, no fumar, reducir el consumo de alcohol, y mantener una presión arterial normal. Pero cuando la impotencia se vuelva objeto de preocupación, una conversación franca con su médico puede revelar el orígen del problema.

Antes de que se pueda recomendar un tratamiento para la impotencia es necesario determinar su causa, lo cual requerirá una serie de tests. Como parte de la evaluaciónde su situación debe informar a su médico de los medicamentos que está tomando, incluso aquellos libres de receta médica, porque algunos medicamentos contra males comunes pueden contribuir a la impotencia. Si su medicación le está causando impotencia, el médico posiblemente pueda cambiar o ajustar la receta. En cualquier caso, nunca deberá cesar de tomar medicamentos que les han sido recetados sin consultarlo con su médico. Fumar y beber alcohol también puede contribuir a la impotencia.

Hoy en día los médicos disponen de una variedad de tratamientos para la impotencia fisiológica. Pasar por el proceso diagnóstico pues, vale la pena. Los tratamientos comunes incluyen inyectar un medicamento directamente en el pene para producir una erección que durará 30 a 60 minutos, utilizar una bomba de vacuo para producir una erección, e implantar una prótesis dentro del pene para producir erecciones. Su médico le ayudará a tomar una decisión sobre cuál de estas opciones mejor le conviene (si alguna le conviene).

Si sospecha que su impotencia tiene una base psicológica, su médico le podrá indicar algún terapeuta especializado en el tratamiento de asuntos sexuales.

DIABETES

La diabetes es un desorden del metabolismo, el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía. La insulina es el factor más importante en este proceso. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células. (La insulina es una hormona segregada por el páncreas, una glándula grande que se encuentra detrás del estómago).

En personas con diabetes, una de dos componentes de este sistema falla:

el páncreas no produce, o produce poca insulina (Tipo I); or
las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce (Tipo II).

Tipos de Diabetes

Hay dos tipos principales de diabetes. Al tipo I, dependiente de la insulina, a veces se le llama diabetes juvenil, porque normalmente comienxa durante la infancia (aunque también puede ocurrir en adultos). Como el cuerpo no produce insulina, personas con diabetes del tipo I deben inyectarse insulina para poder vivir. Menos del 10% de los afectados por la diabetes padecen el tipo I.

En el tipo II, que surge en adultos, el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien, no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce. La insulina no puede escoltar a la glucosa al interior de las células. El tipo II suele occurrir principalmente en personas a partir de los cuarenta años de edad.

La importancia de un buen control de la diabetes

Este defecto de la insulina provoca que la glucosa se concentre en la sangre, de forma que el cuerpo se vé privado de su principal fuente de energía. Además los altos niveles de glucosa en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.

No existe una cura para la diabetes. Por lo tanto, el método de cuidar su salud para personas afectadas por este desoren, es controlarlo: mantener los niveles de glucosa en la sangre lo más cercanos posibles los normales. Un buen control puede ayudar enormemente a la prevención de complicaciones de la diabetes relacionadas al corazón y el sistema circulatoria, los ojos, riñones y nervios.

Un buen control de los niveles de azúcar es posible mediante las siguientes medidas básicas: una dieta planificada, actividad física, toma correcta de medicamentos, y chequeos frecuentes del nivel de azúcar en la sangre.

Cómo mejorar el control de su diabetes

Gracias a una serie de avances tecnológicos de los últimos años es más fácil mejorar el control del nivel de azúcar en la sangre.

Mucha gente que padece el tipo I de diabetes ha podido mejorar su control mediante terapias intensivas de insulina, mediante múltiples inyecciones diarias, o meiante bombas de insulina. La The Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado el Humalog, un nuevo tipo de insulina de acción rápida que debe ahyudar a controlar el aumento de azúcar que ocurre imediatamente después de comer. Las investigaciones más avanzadas buscan desarrollar una pequeña bomba de insulina implantable que hiciera inecesarias las inyecciones.

Existe una nueva píldora para el tratamiento de diabetes del tipo II. El Glucóphago (metformina) funciona aumentando la sensibilidad del cuerpo a la insulina. A diferencia de otras íldoras, que tienden a causar un aumento de peso, el Glucóphago frecuentemente causa una disminución de peso. Algunas personas afectadas por diabetes del tipo II que han estado tomando insulina, pueden dejar de tomarla cuando se añade Glcóphago a su programa. Precose (acarbose), otro tipo de píldora novedosa, funciona bloqueando la absorbción de fécula, con lo cual se reduce el la oleada de azúcar que se produce inmediatamente después de comer.

Continúa el progreso en la confección de aparatos con los que los pacientes pueden medir su nivel de glucosa en su propio hogar. Cada vez son más pequeños y más rápidos que los modelos antiguos, y funcionan con muestras de sangre más pequeñas.

Uno de los mejores indicadores del control de su diabetes es el TEST DE HEMOGLOBINA GLYCOSYLATADA , que muestra su nivel de azúcar promedio sobre un periodo de tres meses. Puede usar los resultados de este test para mejorar su control de su diabetes, y de esta forma reducir el riesgo de complicaciones de diabetes.

La importancia de la educación sobre diabetes

A pesar de todos los avances en el tratamiento de la diabetes, la educación del paciente sobre su propia enfermedad sigue siendo la herramienta fundamental para el control de la diabetes. La gente que sufre de diabetes, a diferencia aquellos con muchos otros problemas médicos, no puede simplemente tomarse unas pastillas o insulina por la mañana, y olvidarse de su condición el resto del día. Cualquier diferencia el la dieta, el ejercicio, el nivel de estrés, u otros factores puede afectar el anivel de azúcar en la sangre. Por lo tanto, cuanto mejor conozacan los pacientes los efectos de estos factores, mejor será el control que puedan ganar sobre su condición.

También es necesario que la gente sepa qué puede hacer para prevenir o reducir el riesgo de complicaciones de la diabetes. ¡Por ejemplo, se estima que con un cuidado correcto de los pies, se podría prescindir de un 75% de todas las amputaciones en personas con diabetes!

Aunque las clases de educación sobre diabetes proporcionan infomración general útil, en el Diabetes and Hormone Center of the Pacific creemos que cada paciente debería recibir una educación a medida de sus necesidades concretas. Nuestro Centro suministra una evaluación completa de la condición médica de cada paciente, de sus actividades y su dieta. El equipo que confecciona esta evaluación incluye un médico, un tutor de diabetes, y un especialista en dietética. A continuación se desarrolla un plan de tratamiento que responde a las necesidades físicas, emocionales, dietéticas y educacionales de cada persona.