sábado, 13 de diciembre de 2008

Diabetes

Introducción
La mayoría de alimentos que consumimos se transforman en glucosa, una forma de azúcar. Nuestro cuerpo utiliza la glucosa como una fuente de energía para que funcionen adecuadamente nuestras células, músculos y todo nuestro cuerpo. Para que podamos absorber la glucosa, necesitamos una hormona llamada insulina que se produce en el páncreas (órgano localizado en el abdomen, cerca del estómago).

Definición
Cuando una persona tiene diabetes su páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo no puede utilizarla adecuadamente y sin insulina la glucosa no puede entrar en nuestras células, por lo que la glucosa se queda en la sangre y se filtra a través de los riñones. La elevación en los niveles de glucosa en la sangre causa daño progresivo e irreversible de muchas partes del cuerpo.

Millones de personas tienen diabetes mellitus, frecuentemente llamada diabetes. La diabetes es una enfermedad seria y crónica causada por problemas con la producción de insulina.

Tipos de diabetes
Existen diferentes tipos de diabetes, las más frecuentes son la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2.

Diabetes tipo 1. Esta forma del padecimiento se observa con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes, también se le conoce como diabetes juvenil o insulinodependiente. La causa no se conoce, pero los investigadores creen que es debida a factores genéticos (herencia) o ambientales. Es una enfermedad que no puede prevenirse.

En este tipo de diabetes, las personas no pueden fabricar insulina y deben inyectarse diariamente esta hormona para poder vivir. Los síntomas que se presentan más comúnmente son: orinar frecuentemente, sentir mucha hambre, cansancio, visión borrosa, sed intensa, pérdida de peso o irritabilidad.

Diabetes tipo 2. La mayoría de las personas con diabetes tienen la de tipo 2, que generalmente se observa en personas mayores de 45 años, también se le conoce como diabetes no insulinodependiente. Es una alteración del metabolismo que se asocia con obesidad, sedentarismo (falta de ejercicio) y malos hábitos alimenticios.

Los factores de riesgo de este tipo de diabetes son: antecedentes familiares, personas con sobrepeso, aquellas que no hacen ejercicio o tienen alteraciones de los niveles de colesterol y en mujeres que durante el embarazo tuvieron diabetes.

Esta enfermedad se presenta cuando el cuerpo no fabrica suficiente insulina o no puede utilizarla en forma correcta. Los síntomas más frecuentes son: cualquiera de los síntomas de la diabetes tipo 1, infecciones frecuentes, heridas que sanan muy lentamente, adormecimiento de manos o pies.

Tratamiento
El principal objetivo del tratamiento es mantener los niveles de glucosa dentro de los rangos normales. El tratamiento depende del tipo de diabetes que tenga. Es una enfermedad que requiere la vigilancia diaria y el control estricto de los niveles de azúcar en sangre.

En la diabetes tipo 1 debe aplicarse la insulina que el cuerpo no puede producir (existen insulinas sintéticas), es preciso que las personas con este tipo de diabetes vigilen sus niveles de glucosa en forma constante y hagan ejercicio diariamente.

El tratamiento de la diabetes tipo 2 incluye principalmente cambios en la dieta, ejercicio regular y control de peso. Si estas medidas, que en conjunto se llaman cambios en el estilo de vida, no son suficientes, el médico puede prescribir medicamentos para disminuir los niveles de glucosa.

Si no se trata, la diabetes puede causar:

Altos niveles de azúcar en sangre que pueden hacer que la persona sienta sed intensa, cansancio, pérdida de peso, orina con frecuencia o infecciones frecuentes.
Otros problemas serios de salud: daño en otros órganos, principalmente ojos, riñones, nervios y corazón.
Las personas con diabetes también pueden tener disminución de los niveles de azúcar debido a: exceso de medicamentos que disminuyen el azúcar en sangre, dosis excesiva de insulina o que no comen suficiente. Es importante seguir el esquema de alimentación y los medicamentos que el médico recete. Una disminución importante en los niveles de azúcar puede hacer que las personas tengan temblores, mareos, sudoración, hambre, dolor de cabeza, palidez de la piel, mal humor o cambios en la conducta, dificultad para poner atención, confusión y hormigueo en la boca.

La mejor forma de controlar la diabetes es tener los niveles de azúcar en sangre dentro de los parámetros normales. Recuerde, los niveles de azúcar en sangre aumentan después de comer cualquier alimento, por eso es muy importante vigilar de manera muy estrecha el plan de alimentación.

Complicaciones

Enfermedad renal (del riñón)
Enfermedades cardiovasculares (del corazón)
Ceguera
Daño en los nervios
Amputación
Disminución de la esperanza de vida
Muerte

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